A menudo la principal causa del nerviosismo y el estrés es que nos falta tiempo. Nos vemos sobrepasados por las tareas a realizar y eso nos provoca angustia y tensión.
Los expertos sugieren una técnica para controlar el estrés diario, mediante el control del tiempo.
Identificar los problemas
– Durante una semana haz una lista día a día de las cosas que tienes que hacer, para poder controlar cómo organizas tu trabajo.
– Toma nota de todo lo que te impida llevarlo a cabo o aquéllas situaciones que te distraigan a menudo.
– Cuando se tienen claros los factores que nos impiden organizarnos bien, estamos en condiciones de poner soluciones.
Mejorar las técnicas de planificación
– Conviene dedicar “tiempo” a gestionar el tiempo. Una buena planificación es una potente garantía de éxito.
– Dedica al menos un cuarto de hora diario para organizar las tareas y establecer prioridades.
– Lo mejor es hacerse un cuadro o un diagrama y asignar a cada tarea un símbolo de nuestra preferencia que indique el grado de prioridad y también la cantidad de tarea realizada y el motivo por el que no se ha terminado.
– Apunta el trabajo no completado en el día siguiente.
– También es posible que aparezcan imprevistos que obliguen a dejar tareas en segundo plano de forma temporal.
Evita dejar las cosas para más tarde
– El hábito del aplazamiento la mayoría de las veces es causa de mayor pérdida de tiempo.
– Vea las tareas desagradables como un reto y dése recompensas cuando las realice.
– Piense en el momento óptimo para hacerlo.
– Reparta los trabajos grandes en partes más pequeñas.
– Haga primero lo que entrañe mayor dificultad.