Revolucionario relleno facial con suero de la propia sangre

Este novedoso tratamiento consiste en una bioestimulación con un suero rico en los factores de crecimiento de las plaquetas, y es para mujeres con problemas de piel envejecida o que quieran mejorar el aspecto y luminosidad de la misma. Es una técnica de bioestimulación con inyecciones de un suero obtenido de la propia sangre del paciente.

Este suero contiene fragmentos de proteínas que tienen la capacidad de estimular la actividad de los fibroblastos, encargados de fabricar colágeno y elastina, los dos máximos responsables de la turgencia de la piel. Se extraen 40 ml de sangre y la centrifugan en el laboratorio para obtener de ella 3 ml de plasma rico en plaquetas. Mientras tanto, se limpia, hidrata y nutre la piel. Cuarenta minutos después de la extracción de sangre, el médico estético va pinchando toda la cara, con una inyección subcutánea, para repartir el contenido.

Rejuvenece la piel porque es capaz de poner en marcha el mecanismo de regeneración de los tejidos, es decir, por un lado promueve la formación de vasos sanguíneos y, por otro, estimula la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, las cuatro claves para que la piel esté luminosa, firme e hidratada. Tampoco tiene riesgo de rechazo o alergia, ya que se usa la propia sangre del paciente. También se inyecta para rejuvenecer el escote y las manos. Los Factores de Crecimiento se liberan a lo largo de los tres días siguientes al tratamiento. A partir de ahí, la piel va recuperando vitalidad, consistencia y tersura durante los tres meses siguientes, pero este efecto es más llamativo transcurridos los seis meses. La sesión dura alrededor de una hora y solo basta con una sesión.