En ocasiones el sistema inmune está debilitado y deja de tener eficacia ante bacterias y virus. Algunos síntomas de ello son: fatiga, alergias, infecciones frecuentes, dolor de articulaciones y músculos, problemas de piel, etc…
Causas de una baja respuesta inmune
- Una nutrición pobre
- Estar sometido a estrés fisico y/o emocional
- Vivir en un entorno con altos niveles de toxicidad ambiental
- Genética desfavorable
- Tratamiento farmacológico voluminoso
- Ingerir alcohol en exceso, fumar
- Falta de ejercicio
Además de la consulta al especialista o en combinación con otros tratamientos, se puede recurrir a los suplementos dietéticos:
- Levadura de cerveza. Es un hongo que se encuentra en el mosto de la cerveza, y de forma natural en la piel de algunas frutas. Tiene vitaminas del grupo B, es reconstituyente, regenera la flora intestinal. Se utiliza sobre todo después de un tratamiento con antibióticos.
- Germen de trigo. Fuente de vitamina E. contiene ácidos grasos esenciales y minerales. Está indicado en carencias de nutrientes o en situaciones de mayor necesidad como embarazos, adolescencia o infecciones crónicas.
- Lecitina de soja. Es antioxidante porque contiene fósforo y altos niveles de vitamina E.
- Jalea Real. Reequilibra el sistema nervioso. Se utiliza en casos de estrés, debilidad y agotamiento. También es útil contra el envejecimiento y abre el apetito. Contiene vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales.
- Própolis. Es un elemento que fabrican las abejas para mantener la colmena libre de bacterias. Aumenta la resistencia a las infecciones. Previene catarros y gripes.
- Gingseng. Su raíz tiene propiedades fortalecedoras. Es aconsejable consultar al médico si se es hipertenso o hay riesgo de embarazo.
- Onagra. Es el aceite resultante del prensado de las semillas de prímula. Efectivo en el tratamiento de enfermedades autoinmunes así como en la resistencia de las defensas.